- Bastian - Will - Roberts -

2 de julio de 2007

De la pobreza

Por Roberts.

"En ocasiones he pensado que el peor lugar del mundo para vivir en África hoy para un niño hambriento es un país en paz y con estabilidad, pero sencillamente pobre"
James Morris, Ex-Director Ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas.
840 millones de personas en el mundo Pasan Hambre (Con mayúsculas, y no de la manera que tú o yo a veces "pasamos hambre"). Naciones Unidas pretende hacer frente a este problema por medio del Programa Mundial de Alimentos, que se financia EXCLUSIVAMENTE por medio de donaciones. Hasta aquí la cosa es sencilla, relativamente.

Pero resulta que curiosamente, estas donaciones nunca son suficientes para paliar el problema, aunque nuestros gobernantes se esfuercen por convencernos de lo contrario. ¿Y eso?

- Pues porque generalmente la ayuda alimentaria está diseñada para beneficiar más al donante que al receptor.

- Porque muchos quieren aparecer en la televisión donando números de muchas cifras en el momento de la catástrofe, pero nadie quiere financiar proyectos sostenibles de agricultura.

- Porque los países donantes no se limitan a donar, sino que imponen condiciones y restricciones a su antojo, dificultando aún más el trabajo sobre el terreno. (¿Sabías que las leyes de Estados Unidos, el principal donante mundial de alimentos, requieren que los alimentos que se donen se compren precisamente en Estados Unidos? ¿Tienes idea del gasto que eso puede suponer en transporte? ¿Tienes idea de lo beneficioso que podría ser para los países pobres productores facilitar esos alimentos? ¿Tienes idea de lo beneficiosa que es para los agricultores estadounidenses la situación actual?)

- Porque los medios de comunicación intervienen a menudo para intentar conseguir donaciones y campañas de ayuda para emergencias y catástrofes, pero nadie se acuerda de los países que son, sencillamente, terriblemente pobres. Es allí donde mal-viven el 90% de los hambrientos, paradojicamente.

- Porque la palabra "donación" pertenece al donante. Porque la palabra "hambre" pertenece al recipiente, que no tiene ni voz ni voto, sólo hambre. Porque "donar" es tan voluntario como cruel.

Estados Unidos decidirá esta semana si reforma su actual sistema de donaciones de alimentos. La vida de millones de personas depende, sin que ellos tengan ni idea, del voto de un puñado de congresistas.

La mayoría de nosotros somos aún más lentos y menos competentes, y aún no se nos ha pasado por la cabeza exigir a nuestros gobiernos que cumplan lo que firmaron en la Declaración del Milenio. Qué fácil resulta pensar que nada de esto va con nosotros...

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