- Bastian - Will - Roberts -

11 de septiembre de 2007

International Health Partnership

Por Roberts.

El pasado 5 de Septiembre, una nueva e interesante iniciativa vio la luz. La Sociedad para la Salud Internacional (International Health Partnership).

¿En qué consiste la idea? En una alianza de diferentes países (donantes y receptores de ayuda) y organismos internacionales (GAVI, Fondo Global, Banco Mundial, OMS y otras agencias de Naciones Unidas, etc.) para desarrollar un proceso de obligaciones, responsabilidades y poder (ja!) compartido, con el fin de reforzar los sistemas de salud de países empobrecidos.

Tarde, pero por fin llega. A algunos esto les sonará a más de lo mismo, pero no lo es. Hasta ahora el GAVI (Alianza Global para las Vacunas e Inmunizaciones) canalizaba recursos económicos hacia vacunas. El Fondo Global canalizaba recursos para la lucha contra el SIDA, la Malaria y la Tuberculosis. La OMS (Organización Mundial de la Salud) lo apoyaba todo sin ser líder de nada. Y al margen de esto, muchas ONGs y países donantes desarrollaban sus programas por cuenta propia. En todo momento se ha dicho que se ha intentado que sea el gobierno local (receptor de ayuda) quien tenga poder sobre lo que recibe, pero por unas razones u otras, rara vez ha sido así;
- Exceptuando contados casos, generalmente era el país donante quien indicaba cómo y en qué se iba a gastar el dinero donado.
- En ocasiones, ha habido dinero de sobra para vacunas (Gracias a la Alianza GAVI) y no ha habido fondos para sustentar el sistema local de salud encargado de repartirlas y administrarlas.
- Programas verticales contra el SIDA, la Malaria, o la Tuberculosis han demostrado a menudo ser insuficientes para mejorar la salud de una población, por ignorar cuestiones transversales a esas y otras enfermedades.

El nuevo International Health Partnership pretende centrarse precisamente en esos aspectos: mejorar la coordinación entre donantes, mejorar los sistemas de salud de una forma "global" sin centrarse en enfermedades o problemas individualmente, y desarrollar y apoyar los propios planes de salud de los países empobrecidos. Por fin comienza una iniciativa global que vaya transformando la verticalidad en horizontalidad, y sitúe en el eje de sus acciones cuestiones como la situación de los trabajadores sanitarios, las infraestructuras e instalaciones, la logística, el seguimiento de los progresos realizados, y la efectividad de métodos de financiación.

Crucemos los dedos... ¿Problemas que pueden surgir? Pues supongo que los de siempre. ¿Participarán los gobiernos de países donantes en esta iniciativa, o preferirán realizar la "cooperación" a su estilo, verticalmente y con la imposición de sus propias condiciones? ¿Supondrá esta nueva alianza un cambio real en las diferencias de poder entre unos y otros a la hora de la toma de decisiones? ¿Llegará ese "empoderamiento" a las poblaciones locales, o quedará perdido entre intermediarios? Sea como sea, la intención de sumar esfuerzos para un acercamiento transversal a las necesidades sanitarias de las poblaciones más pobres es, hoy por hoy, necesaria y bienvenida.

Suerte.

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