- Bastian - Will - Roberts -

20 de diciembre de 2005

Frikadas (1): Despelotar el biofrutas

Por Will.

Al igual que un biofrutas (o sucedáneos) es mucho más que el zumillo ese lechoso que lleva en su interior, el hecho de despelotarlo es mucho más de lo que parece.

Si existe una forma de poner nerviosos a tus amigos durante un café, y de hacerte odiar por el camarero de la cafetería, es vaciar los sobrecitos de azúcar, desparramarlo por la mesa, el plato, o el vaso/taza, y jugar con él. Y hasta aquí lo que todos los comunes mortales saben. Pero debo decir que yo siempre he dado un paso más. Yo despeloto biofrutas.

Con este artículo te invito a disfrutar de uno de los grandes placeres de la vida (después de hacer “blurblurblurblur” con los labios y rascarse detrás de la oreja), puesto a nuestro alcance gracias a un pliegue del cartoncillo en la parte trasera del envoltorio del biofrutas en cuestión.

Pero no nos precipitemos. Debemos ser meticulosos para disfrutar el momento. Daos vuestro tiempo, abstraeros, sentid que no existe nada entre ese biofrutas y vosotros. Sentíos uno con el biofrutas. Esto no es un simple “procedimiento", sino un hecho vital, una experiencia que va más allá de lo que los demás ven como “destrozar el brick de un simple zumo” (aprendices de gente gris)

Paso 1:
Adquiere un biofrutas, y vacía el contenido. (Lo suyo es bebérselo… pero te dejamos sorprendernos)

Paso 2:
Despliega las dos pestañas superiores e inferiores. Aplasta el envase y sorbe el poquillo biofrutas que quedaba dentro. Esto parece estúpido y obvio, pero de no hacerlo te mancharás. No te las des de listo, chaval/a, que servidor ya lleva muchos biofrutas despelotados, mucha experiencia a sus espaldas y sabe de lo que habla.

Paso 3:
Ha llegado el gran momento. Preparativos terminados. Todas nuestras ilusiones puestas en ese papelillo plateado que rodea nuestro tetraprisma. No te precipites y busca detenidamente algún roto en el plástico que se haya producido al despegar las lengüetas. Ráscalo suavemente con tu uña para que se desprenda el plastiquillo brillante del resto de las capas de cartón.

Paso 4:
Has descubierto que bajo la capa de plastiquillo brillante, existe una capa blanca, suave, y que el despegado es tan sencillo… Una vez que has quitado el primer trozo de plástico, que es el más difícil (y a la vez el más satisfactorio), todo es más sencillo, y sólo queda deleitarse.

Paso 5:
Despelota totalmente el biofrutas hasta quitarle todo el plastiquillo y dejarlo completamente blanco. Muestra a tus amigos (que ya estarán nerviosos de verte) lo bonito que es. (Aviso: La zona más divertida de quitar es siempre lo que rodea a la apertura para beber… regocíjate en ella)

Paso 6:
No te creas que todo ha terminado… Después de la capa de plástico está la capa blanca, efectivamente. Pero aún queda la gruesa capa marrón. Esta te va a costar más, y es difícil quitarla bien. Descubrirás que debajo queda esa capa brillante plateada que veías en el interior del biofrutas. Sólo los auténticos maestros son capaces de quitar correctamente la capa marron sin dejarse vencer por los numerosos obstáculos: 1) La capa marrón está muy bien pegada, 2) El camarero ha venido a llevarse los platos, destrozar tu obra e interrumpir el momento álgido o 3) Tus amigos amenazan con irse si sigues haciendo que todo el mundo de las otras mesas siga mirando tu obra maestra.

Muchos estarán pensando “¿Pero qué está diciendo este tipo?", pero otros muchos ya habrán ido a comenzar su primer gratificante proceso de despelote del biofrutas.

Quiero agradecer publicamente a Inma que hoy me ayudara con el despelote de mi biofrutas de la merienda en la cafetería de la facultad. Es cierto que tiene mucho que aprender… que tan sólo ha sido su primera vez. Pero puedo reconocer a alguien que lo hace con pasión, alguien que sabe ver más allá de las cosas, que llegará lejos, y que no sólo llegará a saborear el placer de despelotar tetraprismas de 330ml, sino que quizás algún día sea la persona que se atreva a dar el paso hacía los envases de un litro, totalmente inexplorados por ahora. Es como el Everest o el K2 de los despelotadores de biofrutas, y no todos nos atrevemos aún.

Sé que muchos de vosotros, o habeis despelotado alguna vez un biofrutas, o me habéis visto hacerlo, o incluso me habéis ayudado… No os corteis, decid lo que estais pensando ahora mismo. Que fluyan los sentimientos. Y en el caso de que no entendais todo esto, que os siga sonando demasiado lejano, y que querais introduciros en este mundo del despelote de bricks de la mano de un maestro, sólo teneis que decirlo.

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