Adaptándome al medio
Por Will.
Decidí escribir hoy porque sé que después del fin de semana que me espera, pasará mucho tiempo hasta que me recupere psicológicamente y vuelva a poder hacerlo.
Vivo al estilo soltero. Sí, lo he dicho bien, al “estilo” soltero. Porque esto no es “circunstancias”, ni un contexto psicosocial, ni pamplinas. Hay quien vive solo, de una forma totalmente diferente, pero lo mío es todo un bushido, un estilo de vida
Sigo siendo un patata en la cocina, y pese haberle ganado algunas batallas a la moqueta, sus hordas de pelusas* y entes extraños (dejémoslo así) aún dominan la guerra, sin darme cuartel. Ahora también entiendo eso que tan sabiamente decía mi madre (hola, mamá) de “no te creas que poner una lavadora no da trabajo”, o “es mejor si conforme terminas de comer friegas los platos” o la tradicional “dobla la ropa, que si no se te amontona”. Dejo un punto y seguido para la mejor frase, la más breve de todas, la madre de todas las demás: “recoge”. Pese a ser la más antigua, sigue manteniendo su vigencia y todo su frescor.
Por otro lado, puedo estar orgulloso de mi presta adaptación al medio, y mi integración en el maravilloso mundo de mi supermercado. Todo mi ser es capaz de fundirse y ser uno con las secciones del pan de molde, la pasta, el atún, las ensaladas y por supuesto los platos preparados. Un grupo de neuronas de mi cerebro ya controla perfectamente la orientación y me dirige inconscientemente en pocos segundos a la sección de platos precocinados. Otro grupo de neuronas me impide girar el cuello cuando estoy allí, por lo que jamás miro a las verduras, sabiamente colocadas enfrente de los platos precocinados (Lo que me obliga –inconscientemente- a darles la espalda). También puedo presumir de mi capacidad de abordaje multidisciplinar de ofertas en zumos, filetes (de lo que sea), pizzas y cereales, que ya no tienen secretos para mí.
También me voy haciendo ya con la máxima de mi super residencia de enfermeros: “Saludar es de inadaptados”. Se nota a la legua cuando alguien acaba de llegar a la residencia. De hecho, podría distinguir 6 grados de compañeros de residencia:
1) Si se espera cuando ve que ambos vais al mismo sitio e incluso te da conversación, es que llegó a la residencia hace unos minutos. Huye de él, y no dejes que te toque. Si los demás te ven con él estás perdido.
2) Si se presenta cuando lo ves por primera vez en la cocina, llegó hoy. Respóndele por cortesía, pero que no se vuelva a repetir. Si te sigue hablando, no le escuches.
3) Si dice “jauiaduin” (How are you doing? - ¿Cómo estás?) y hace un gesto con la mano, llego ayer. En caso de que te pille por sorpresa y te muevas involuntariamente, intenta reprimir tu reacción a un movimiento de cejas.
4) Si dice “hello” o “hi” de manera inteligible, es un novatillo de una semana. O quizás uno de esos rebeldes que no se adapta a las normas.
5) Si levanta las cejas y hace un estúpido gesto con la boca, lleva menos de un mes. Muchos se atascan en esta fase bastantes meses. Intenta no atascarte tú también, sigue avanzando.
6) Pero, si ni siquiera levanta los ojos del suelo, ni contrae un músculo, ni tiene ninguna reacción (ni siquiera involuntaria), esa persona es un auténtico veterano, un maestro, un Sensei, un ejemplo vital, un Dios. Entre estas personas, dignas de mi entera admiración, se encuentra Polainas**, vecina de la planta de abajo y posiblemente una de las más veteranas. No tengo palabras para definirla. ¡Bravo por ti, Polainas!
¿Y si pusiera un cartel en la puerta de abajo? “¡Bienvenido a tu residencia!. No saludes. Es de inadaptados.”
En fin, ya lo veis. No todo en la vida de un pirata son emocionantes aventuras en mares lejanos. También tienen su hueco “las pequeñas cosas”, que por otro lado, son las que dan salsa al día a día. Y sólo quien les presta atención es capaz de saborearlas. Lo mismo pasa con los platos precocinados.
Bienvenidos a mi nuevo blog. Seguiremos informando.
* Se me ha ocurrio buscar “pelusa” en wikipedia. Craso error. No os perdais el siguiente articulo: Pelusilla del ombligo.
** Tanto “Polainas” como cualquier otro nombre que aparezca en este blog no es real. De este modo protegemos la privacidad, la ética profesional y el medio ambiente. Ningún animal ha sufrido daños en la elaboración de este, nuestro primer artículo.
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