Acceso a medicamentos esenciales (7): Los otros factores
Por Roberts, para Unglobal.
El precio de los medicamentos no es el único factor que determina el acceso al tratamiento médico, y como muchos autores y compañías farmacéuticas afirman, ni siquiera es de los factores más importantes. Mucha gente no se puede permitir comprar medicamentos genéricos baratos a no ser que estén cubiertos por un seguro médico, un programa del gobierno o una red social. Y en muchos casos, incluso si las medicinas se dieran gratis, las personas que las necesitan aún seguirían sin poder acceder a ellas por cuestiones económicas, sociales, políticas, estructurales, etc. Por ejemplo, la falta de accesibilidad a servicios de salud y farmacias, carencia de información, o simplemente el no buscar atención sanitaria moderna.
Las compañías farmacéuticas también tienen sus opiniones al respecto. Brystol-Myers Squibb, una de las más importantes, argumenta que proporcionar medicinas gratis no aliviará el sufrimiento de la gente a no ser que las medicinas sean correctamente distribuidas a los que las necesitan, con el soporte adecuado de infraestructuras de atención sanitaria, y como parte de un esfuerzo exhaustivo que incluya prevención, educación, desarrollo económico, y la eliminación de la estigmaticación de los enfermos. De modo similar, Pfizer considera que la solución a largo plazo se tiene que centrar en la prevención de las enfermedades y la reforma de los sistemas de salud, lo que incluye mejorar las capacidades de los sistemas y combatir la corrupción, entre otras medidas orientadas a asegurar que el paciente es el centro del sistema de salud. Novartis también habla de temas como incrementar la financiación en el campo sanitario, invertir en sistemas efectivos de salud y suministros, y compromiso político, como factores clave para mejorar el acceso a medicamentos esenciales.
Entre todos los factores que realmente son reconocidos por restringir el acceso a la atención sanitaria y los medicamentos a las personas pobres en países en vías de desarrollo, la escasez de recursos humanos es un problema de particular importancia. Y más aún si lo consideramos en el contexto de sistemas de salud que ya de por sí tienen recursos muy limitados. En el caso de la pandemia del SIDA, los proyectos de tratamiento antirretroviral requieren mucha mano de obra de trabajadores cualificados de la salud para el asesoramiento previo y posterior a los análisis, para las citas con los pacientes y su seguimiento, etc. Como resultado de la llamada "fuga de cerebros" o migración de profesionales sanitarios de areas rurales, el sector público y países empobrecidos hacia areas urbanas, el sector privado y países ricos, el escaso personal sanitario de muchos países subsaharianos está trabajando al límite de su capacidad. Según muchos, esto constituye el principal obstáculo para implementar los planes nacionales de tratamiento contra el SIDA.
Por si todo esto fuera poco, incluso en casos en que los medicamentos esenciales fueran accesibles y asequibles y el sistema de salud pudiera distribuirlos con eficacia, estos medicamentos no se usan correctamente. El uso descuidado, derrochador e inseguro de medicamentos persiste, como indica un estudio realizado en 2003 por J. D. Quick, quien afirma datos tan preocupantes como que un alto porcentaje de las prescripciones médicas son inadecuadas, que el 50% de las vacunas que se ponen cada año son inseguras, o que más del 50% de los pacientes no se toman correctamente sus medicinas.
Como vemos, el problema es más complicado de lo que parece a simple vista...
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